Una gran película. Cosas sorprendentes: un cine con más de 250 personas de 18 a 80 años asistiendo a la sesión y aplausos al final. Y casi todos íbamos a ver una película de la que sabíamos el final. Me gustó mucho cómo representa lo importante que es formar equipos de todas las generaciones, con y sin experiencia, con juventud y con experiencia, porque cada uno puede aportar diversidad de puntos de vista y distintos niveles de prudencia y entusiasmo. Y algunas cosas que no me gustaron: el formato, parecía más para la TV que para el cine, no se aprovechaba todo el tamaño de la pantalla y era casi imposible leer las letras del comienzo y el final de la película. Tampoco me gusta que ahora todas las producciones duren tanto tiempo. Creo que se pueden cortar 20 minutos y no pasaría nada. No es que aburra ni que se haga larga, pero no es necesario superar las 2 horas para que sea una buena película. Los actores y la producción excelentes, la música… no tanto. Los cines Verdi de Madrid tienen siempre una de las mejores programaciones.